¿Qué es la cirugía para la obesidad?
La cirugía para la obesidad abarca múltiples técnicas quirúrgicas cuyo objetivo es ayudar a las personas con problemas severos de obesidad u obesidad mórbida a reducir su peso corporal hasta llevarlo a niveles saludables.
Cuando un paciente no logra bajar de peso mediante dieta y ejercicio, es necesario contemplar realizarse alguno de éstos procedimientos, ya que la obesidad puede detonar múltiples problemas de salud.
Cada paciente y cada caso es evaluado de forma personalizada para determinar qué técnica resultará ideal.
Algunos de los procedimientos más comunes y efectivos son los siguientes:
Balón intragástrico
Instalado endoscópicamente, consiste en rellenar un balón en el fundus gástrico por un período de 6 meses.
La pérdida de peso obtenida es moderada en comparación con otros procedimientos (10-15 Kg) y en términos generales, existe ganancia tras la retirada del balón.
Por ello es útil como adyuvante preoperatorio en los superobesos.
Bypass gástrico
Considerado el gold standard, es el procedimiento más comúnmente realizado.
La pérdida ponderal es del 60-70% a 3 años (similar a la gastrectomía tubular), con un una mortalidad inferior al 0,25%. Combina la acción restrictiva y la malabsortiva.
Es la técnica de elección en los denominados “pacientes golosos”, con marcada tendencia a la ingesta de líquidos y sustancias hipercalóricas (como los dulces).
Tubular Gástrico
Es un procedimiento recientemente integrado en el repertorio quirúrgico de las técnicas de cirugía bariátrica.
Consiste en la extirpación casi total (y en sentido longitudinal) del estómago, dejando un reservorio gástrico de forma tubular (en la vertiente de la curvadura menor), sobre una sonda orogástrica que sirve de guía, normalmente calibrada sobre un 34 Fr-36 Fr (dividir por 3 para obtener el calibre en mm, es decir entre 12 mm de diámetro aprox).
Este tubo gástrico (tubular o sleeve) actúa como una operación restrictiva inicialmente, limitando el volumen ingerido.
Aunque la línea de sutura puede evidenciar filtraciones y en ocasiones se han detectado estenosis que requieren dilataciones endoscópicas tras la cirugía, son pocas las complicaciones asociadas al procedimiento a largo plazo.
Es la técnica preferida en los pacientes que han sido sometidos a cirugía de otro tipo previamente, ya que en ocasiones, las adherencias dificultan la realización del bypass gástrico tradicional.
La pérdida de exceso ponderal que induce la gastrectomía tubular, a largo plazo, es similiar a la obtenida con el bypass, alcanzando el 84.5% a 3 años y un 45%-60% a 5 años.
Por definición la gastrectomía tubular no genera una síndrome malabsortivo (ocasionalmente déficit de vitamina B12 por disminución de la secrección del factor intrínseco), y por ello es imprescindible un nivel de compromiso importante por parte del paciente, ya que tras la cirugía, puede ingerir con facilidad alcohol y liquidos hipercalóricos, que limitan y dificultan el mantenimiento de la pérdida ponderal.
Conclusiones
- La cirugía de la obesidad reduce las complicaciones asociadas a la obesidad y aumenta la supervivencia de los pacientes.
- La cirugía bariátrica induce un efecto protector sobre la mortalidad en el paciente obeso, con una reducción del riesgo de fallecimiento del 24%.
- El sleeve (tubular gástrico) ofrece resultados similares al by pass gástrico.
- La cirugía es segura y viable. Alternativa óptima a los cambios de vida encaminados a la pérdida ponderal, que han resultado infructuosos.
- Es preciso un abordaje multidisciplinar.
- La cirugía de la obesidad debe ser considera un opción válida para los pacientes que necesitan perder peso para reducir las morbilidades asociadas al sobrepeso.