Se define como un cambio en el hábito intestinal (agudo o crónico) en el que existe una disminución en el número de deposiciones (menos de 3 veces por semana) con heces generalmente secas y duras y dificultad a la expulsión o sensación de evacuación incompleta. Se considera la frecuencia normal de deposiciones entre 3 veces al día y 3 veces por semana.
Trastornos del tránsito intestinal
¿Cómo se produce?
El estreñimiento se considera un síntoma que se produce como resultado de diversos factores y causas entre ellos:
Dieta inadecuada (baja en fibra), el sedentarismo, la ausencia de hábitos regulares para ir al WC, el abuso de laxantes, defectos anatómicos, cambios de horario, hábitos y viajes, enfermedades del sistema digestivo, enfermedades sistémicas, fármacos, tumores y cánceres del sistema digestivo.
Generalmente es un trastorno funcional, es decir, no hay una causa orgánica que lo provoca pero sí una suma de factores que dan lugar a esta alteración en el ritmo intestinal normal.
¿Cuáles son los Síntomas?
Las molestias más frecuentes en las personas que padecen estreñimiento incluyen dolor o malestar abdominal, hinchazón, sensación de plenitud, meteorismo (gases) y sensación de evacuación incompleta. La dificultad a la expulsión de las heces y el esfuerzo defecatorio pueden provocar o agravar problemas de hemorroides o fisuras anales. También puede aparecer lengua sucia (saburral) y mal aliento.
Los síntomas de alarma que hay que tener en cuenta ante un problema de estreñimiento, ya que pueden traducir una enfermedad grave y por los que es recomendable consultar al médico incluyen: pérdida de peso, sangre en las heces, dolor cada vez que se defeca o aparición del estreñimiento como un síntoma nuevo.
Diagnóstico
Se basará en el interrogatorio al paciente donde es importante incidir sobre los hábitos de vida, dieta, actividad física, historia familiar, consumo de fármacos, síntomas al defecar (por ejemplo, rectorragia o emisión de sangre roja), pérdida de peso y demás factores relacionados con el estreñimiento.
La exploración física se realiza para buscar los signos de alguna enfermedad orgánica.
Se debe completar el diagnóstico con:
Exámen de sangre, hormonas tiroideas (el estreñimiento es frecuente en el hipotiroidismo).
Detección de sangre en heces.
Pruebas de imagen abdominal para descartar enfermedades subyacentes que justifiquen el síntoma:
Radiografía abdomen.
Enema opaco.
Sigmoidoscopia: permite el examen de parte final del colon y el recto.
Colonoscopia: para descartar una enfermedad orgánica (como un tumor).
En algunos casos seleccionados pueden requerirse estudios más complejos que estudian el funcionamiento del esfínter anal como la manometría anorrectal.
Tratamiento
El tratamiento se basa en seguir una serie de recomendaciones higiénico dietéticas, tratar la enfermedad de base o la causa si es posible.
Seguir una alimentación adecuada rica en fibra. Comer fruta con piel si es posible y verduras poco cocinadas o crudas, pan y cereales integrales. Se recomiendan de dos a 4 porciones de fruta y de 3 a 5 porciones de verdura diarias. La fibra de trigo es la que produce mayor incremento del peso fecal.
Ingerir abundantes líquidos (alrededor de un litro y medio a dos) al día para facilitar la formación y eliminación de heces.
Realizar ejercicio físico de forma regular, simplemente caminar es un buen ejercicio. El sedentarismo favorece el estreñimiento.
Establecer un horario regular diario para ir al baño y así “educar” al cuerpo.
Ser ordenado y regular en los horarios de las comidas, comer despacio y masticando bien.
Evite el abuso de laxantes, especialmente los laxantes irritantes.
Evitar el consumo de fármacos que provoquen estreñimiento.
Tratamiento farmacológico
El uso habitual y continuado de laxantes no es aconsejable. Se debe reservar este tratamiento para situaciones especiales y a corto plazo, cuando las medidas anteriores conservadoras no son eficaces. Existen diferentes tipos de laxantes (lubrificantes, osmóticos, irritantes o estimulantes y formadores de volumen o masa). Los irritantes o estimulantes tienen gran rapidez de efecto pero son muy desaconsejables como uso habitual. Los formadores de volumen o masa (fibras no digeribles de la dieta, como el salvado de trigo), pueden tomarse de forma más prolongada que el resto, añaden agua y volumen a las heces facilitando su eliminación. Se suelen tomar a dosis graduales hasta alcanzar el efecto deseado. Se incluye el salvado de avena y el plantago ovata entre otros. Al inicio del consumo de laxantes pueden aparecer molestias como hinchazón, dolor
Prevención
Seguir las recomendaciones higiénico dietéticas descritas en el tratamiento es la mejor forma de prevenir el estreñimiento